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Las claves para arrasar en una entrevista de trabajo
¡Enhorabuena, tienes una entrevista de trabajo! El reclutador ha leído tu currículum y tu carta de presentación y quiere conocerte. Has pasado el primer filtro, pero ahora te enfrentas al “cara a cara”. ¿Estás preparado?
Una entrevista de trabajo es un acto formal que conlleva cierto protocolo. Este protocolo se inicia con la elección de la ropa con la que acudiremos a la entrevista y con una actitud positiva. Una vez tengamos estos dos puntos es el momento de prepararnos el contenido de la entrevista.
Información de la empresa
Entre las preguntas más comunes en una entrevista de trabajo se encuentra “¿por qué quieres trabajar en nuestra empresa?”. Para responder a esta pregunta es necesario haber realizado un ejercicio previo de investigación, para ello bastará con entrar en su página web y redes sociales, y recopilar datos que nos puedan resultar útiles para crear una respuesta adecuada. Por ejemplo:
- “He visto los proyectos que se han realizado en la empresa y considero que puedo aprender mucho profesionalmente”.
- “Según lo que he visto en sus redes sociales es una empresa comprometida con causas sociales y me gustaría trabajar en una empresa con esos valores”.
Del mismo modo, al finaliza la entrevista, es común que el entrevistador te pregunte si tienes alguna duda o pregunta, en ese momento resulta interesante tener preparadas una o dos preguntas sobre aspectos que te llamen la atención de la empresa. Esta acción demuestra interés y refleja que te has estado informado porque realmente estás interesado en el puesto. Por ejemplo:
- Si no has encontrado en la web esta información puedes preguntar: “¿Cuántas personas trabajan en el departamento?”
- Si el entrevistador no te lo ha comentado puedes preguntar por horarios, normas que tenga la empresa, etc.
Tu currículum
Cuando acudas a una entrevista de trabajo lo ideal es llevar dos copias del CV, una para el entrevistador y otra para ti, porque si el entrevistador ha tenido algún problema y no ha podido imprimir tu currículum, lo tendrá de forma física y demostrará que eres una persona precavida. Es normal que a lo largo de la entrevista el entrevistador vaya tomando notas, esto no debe ponernos nerviosos, simplemente es para destacar o remarcar algunos puntos que considera importantes y que no se le olviden.
Por otro lado, no podemos estar leyendo el currículum, por lo que cuando nos pregunte por nuestra trayectoria profesional debemos estar seguros de que las fechas y datos como: empresas, puestos, funciones, causas de baja, etc., que digamos coincida con lo que pone en nuestro CV. Por eso, antes de acudir vuelve a leer el currículum y carta de presentación que enviaste a esa empresa muy detenidamente.
Por otro lado, como dice el dicho, la mentira tiene las patas muy cortas y es fácil que el entrevistador se de cuenta que hemos falseado o exagerado nuestro currículum. Por ejemplo, si se pide un nivel alto de inglés es normal que el entrevistador cambie de repente a este idioma, si no tenemos el suficiente nivel tardará menos de 10 segundos en darse cuenta. O si pones que eres una persona muy extrovertida cuando en realidad eres súper tímida, el entrevistador se percatará enseguida. En definitiva, no subestimes su profesionalidad, ni pongas datos falsos. Piensa que si no encajas con el perfil para un determinado puesto, pero le ha gustado tu actitud durante la entrevista, puede que te tenga en cuenta para otras vacantes más adelante. Si le mientes, tirará tu currículum tal como salgas por la puerta.
Cuidar las palabras y las formas
Como hemos mencionado al principio del blog, una entrevista es un acto formal por lo que se debe cuidar también el lenguaje y la forma de expresarnos. Es importante interactuar con la máxima profesionalidad y evitar expresiones muy coloquiales, aunque el ambiente sea distendido y el entrevistador de pie a ello.
Cuando nos pregunten por trabajos anteriores, la empresa donde hemos realizado las prácticas u otras experiencias como voluntariados, vamos a dejar los rencores y los “malos rollos”, y vamos a decir solo las cosas positivas que has vivido. Por supuesto, está terminantemente prohibido utilizar palabrotas o insultos, y hablar mal abiertamente de personas, empresas, compañeros, etc.
En cuanto a las formas se debe evitar:
- Gesticular en exceso
- Entrar a la entrevista masticando chicle
- Enredar con el pelo
- Hablar muy alto
- Sentarnos mal en la silla
- Tener el móvil con sonido o vibración. Este punto es muy importante puesto que el sonido o ruido de la vibración pueden distraer al entrevistador y generar una mala imagen. A excepción de una emergencia, como esperar la llamada del hospital, tiene que parecer que no tenemos el móvil encima.
Durante la entrevista intenta mantener el contacto visual con el entrevistador, no mires para otro lado cuando te esté hablando. Al finalizar la entrevista daremos las gracias por habernos tenido en cuenta como posibles candidatos, aunque las condiciones del puesto no coincidan con nuestras expectativas. Como hemos dicho antes, aunque vayamos a renunciar a un puesto de trabajo, siempre debemos dejar las puertas abiertas para otras posibles oportunidades laborales.
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