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Cómo elegir entre dos ofertas de empleo
La búsqueda de empleo unas veces es más fructífera que otras. Puede ser que lleves un tiempo difundiendo tu currículum sin éxito y, en un momento dado, se te presente la situación de que tengas que elegir entre varios trabajos. ¡Poder elegir entre dos ofertas de empleo es una gran oportunidad! No es solo decir sí o no. La decisión no es aceptar un trabajo o quedarte como estás. Es elegir entre dos síes. Y esto hace que puedas valorarlo todo desde una perspectiva ventajosa.
No te precipites
Lo más probable es que ninguna de las dos opciones laborales sea perfecta, así que tómate un momento para pensar en ellas, valorarlas de manera exhaustiva y toma una decisión. Es importante que recabes la mayor cantidad posible de información de cada empresa. No te quedes solo con los datos o sensaciones que hayas obtenido del proceso de selección o de tu feedback con el entrevistador.
Investiga por distintas vías. Las referencias de otras personas pueden serte útiles. Si conoces a alguien que trabaja o ha trabajado allí, pregúntale por el ambiente del lugar, si está o ha estado a gusto. Por otro lado, también puedes buscar valoraciones de las empresas en internet, en sitios web como este.
Organiza la información
Puedes hacer una lista con los pros y contras de cada oferta. Apunta lo bueno y lo no tan bueno de cada una y compáralas.
Puedes estructurarlo en una tabla, por ejemplo:
• Columna 1: pros (+) de oferta A.
• Columna 2: pros (+) de oferta B.
• Columna 3: contras (-) de oferta A.
• Columna 4: contras (-) de oferta B.
Escribir es una forma muy eficaz de ordenar los datos de forma visual y clarificar tus ideas rápido. Es posible que haya una columna con muchos más apuntes que las demás, pero no te dejes llevar por la cantidad. Cada aspecto de los que hayas apuntado tendrá un peso distinto en tu decisión. No será una ventaja tener 50€ más de sueldo en la oferta A, si el desplazamiento hasta tu lugar de trabajo te supone 100 kilómetros más al día que en la oferta B.
Hazte preguntas
De la misma forma que te preguntas lo que deseas hacer en tu tiempo de ocio, pregúntate también qué prefieres hacer en tu tiempo laboral.
• Las tareas que desempeñarás, ¿crees que son para ti?, ¿te agradan?, ¿te ves capaz o suponen un reto de aprendizaje?, ¿la empresa te va a dar formación?
• ¿Vas a tener posibilidad de promoción y mejora a partir del puesto de trabajo que te ofrecen?
• Valora si la actividad de la empresa está alineada con tus valores e intereses. ¿Lo está? Punto positivo (+), a la columna de pros.
• ¿Es una empresa grande o pequeña?, ¿con muchos empleados o con pocos? Pregúntate en qué tipo de empresa te sientes más cómodo.
• En las entrevistas habrás conocido personas que pueden darte pistas, ¿qué impresión te ha dado el trato con ellas?
• La ubicación es muy importante. No es lo mismo tener que trasladarte andando cinco minutos cada día, que tener que hacerlo una hora en coche o tener que coger tres autobuses. Eso es dinero y tiempo… y el tiempo es dinero.
• Sueldo. Aunque no lo es todo, pesa mucho a la hora de decidir. De él depende en gran parte tu calidad de vida. ¿Cuánto cobrarás?
• ¿Tendrás ventajas de empleado como dietas, transporte, servicio de guardería, parking, seguro de salud…?
Añade a tu tabla de pros y contras los resultados de tus preguntas. Una vez que lo tengas todo anotado, subraya los puntos que tengan más peso en tu decisión.
Analiza tus alternativas y toma la decisión
En conclusión, ¿cuál de las dos ofertas te motiva más?, ¿cuál crees que te satisfará mejor? Es posible que haya algo importante que haya escapado a tu consciencia y no lo hayas apuntado, así que haz caso también a tu instinto.
Las empresas están esperando una respuesta por tu parte, así que no tardes en darla. Tan importante es tomar una buena decisión, como tomarla a tiempo.
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